Estas dos maneras son :
La primera, sería apagar el sistema que se ocupa de los recuerdos para evitar que se queden en la mente y, la segunda, sería ocupar la mente con cualquier otra actividad o pensamiento para evitar pensar en el acontecimiento sucedido.
Para realizar este estudio, se basó en estudios anteriores en que se demostraba que las personas somos capaces de bloquear recuerdos voluntariamente aunque, todavía no se sabía con seguridad cómo se producía este fenómeno.
Para probar dicho estudio, los investigadores hicieron aprender a una serie de voluntarios unas asociaciones de pares de palabras y, posteriormente, se las hacían olvidar ya sea bloqueándolos o sustituyéndolos, mientras se obtenían imágenes de resonancia magnética funcional en las que se descubrió que en cada una de estas formas se activaban dos partes diferentes del cerebro. La investigación de los resultados obtenidos de este estudio pueden ayudar a entender el por qué de el estrés post-traumático.
En mi opinión, estos resultados son muy interesantes y relevantes, ya que, gracias a ellos, en un futuro podremos entender el funcionamiento del cerebro mejor de lo que lo hacemos actualmente y, con ello, encontrar la cura contra enfermedades de este tipo.
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