dilluns, 27 d’abril del 2009

OBSESIÓN EN EL GIMNASIO


He encontrado esta noticia y me parece interesante porque habla de muchas de las cosas que nos explicó Aída en clase, así que os dejo un resumen:


Aumentar la masa muscular y lograr un cuerpo atlético de forma moderada puede ser beneficioso para nuestra salud y en un principio, no tiene por qué producirnos poblemas. Pero la obsesión en el gimnasio puede llebar a la vigorexia, un tipo de transtorno disfórmico corporal.

Por el momento este transtorno aún no ha sido clasificado como enfermedad pero se calcula que unos 200000 españoles sufren vigorexia, también llamada dismorfia muscular o complejo de Adonis y cuyos factores de riesgo se sitúan generalmente entre hombre de 18 y 35 años.

Este transtorno (junto a la anorexia y la bulimia) se ha incluido en el grupo de dismorfias corporales y es que también se experimenta una distorsión de la imagen corporal, sintiendo un sentimiento de debilidad y de cuerpo en baja forma llevando a los pacientes a practicar un entrenamieto físico extremo.
Además, el problema se ha agrabado por la ingesta de hormonas o anabolizantes esteroides que ayudan a acelerar la musculación del cuerpo para convertilo en fuerte y atlético.
Los estudios han mostrado que casi un 30 % de las personas que acuden a los gimnasios sufren "preocupación moderada" por el físico, siendo signos claros de vigorexia el mirarse al espejo y sentirse enclenques, pesarse varias veces anotando los datos, comparar músculos con otras personas y abandonar las tareas habituales para encerrarse en el gimnasio.
Además de un importante transtorno alimentario (en un principio se le llamaba anorexia inversa) en el que se siguen dietas bajas en grasas y ricas en proteinas y hidratos de carbono.

Algunos estudios han encontrado el origen en una falta de seritonina en cerebro, pero hay que tener en cuenta que los factores sociales y psicológicos son clave en este tipo de enfermedades.
Y lo cierto es que las repercusiones son bastante serias, en el caso de la vigorexia se puede producir un aislamiento social, además de varias consecuencias biológicas como: la desproporción entre las diferentes partes del cuerpo, la sobrecarga (negativa para huesos, múculos, tendones y articulaciones), acné, problemas cardiovasculares, atrofia testicular, disminución de la formación de espermatozoides y retención de líquidos, y masculinización e irregularidades del ciclo menstrual en las mujeres (algunos de estos últimos provocados por la alimentación desequilibrada).

Finalmente, hay que decir que al ser una enfermedad emergente carece aún de criterios diagnósticos concensuados. La terapia no está aún muy definida, pero es primordial un tratamiento multidisciplinar puesto que se considera un trastorno dismórfico corporal y los factores psicológicos juegan un papel importantísimo.


Noticia publicada en consumer.es el 27.04.09 por Nuria Llavina Rubio.



2 comentaris:

Aida Sánchez Dalmau ha dit...
L'autor ha eliminat aquest comentari.
Aida Sánchez Dalmau ha dit...

Es muy oportuna la publicación de esta noticia puesto que fue hace dos días prácticamente que estuvimos en clase hablando de ésto. Todo lo que dices es la pura realidad, y sobre todo lo que hay que procurar es que se ponga un tratamiento ya, como se están haciendo en otros tipos de trastornos alimentarios (anorexia o bulímia. Y es que como no se actúe de manera inmediata, no dentro de mucho tendremos las horribles consecuencias del "cultivo" del cuerpo de manera obsesiva y del abuso de todas estas sustancias tan y tan tóxicas y con tantos efectos secundarios que las personas con este transtorno ingieren en grandes cantidades y de manera continuada.