La empresa Clear Channel, la responsable de promover este sistema de transporte público hace ya seis meses, ha estimado que la utilización de bicicletas en una ciudad como Barcelona puede reducir la emisión de CO2 en un millón de toneladas.
Los datos aportados en este artículo indican que '' a partir de un total de dos millones de desplazamientos en la ciudad, un tiempo medio de uso de 17 minutos y una velocidad media de 10 kilómetros hora, los usuarios habrían recorrido más de cinco millones y medio de kilómetros. Esta misma distancia utilizando un coche de entre 60 y 90 caballos de potencia conllevaría la emisión de un millón de toneladas de CO2, la misma cantidad que emiten los habitantes de una ciudad con una población de 85.000 habitantes''.
Con este sistema de alquiler de bicicletas, unas 1500 bicicletas ligeras repartidas en 100 puntos diferentes, Barcelona se convierte, entre otras ciudades españolas, en una ciudad pionera como muchas otras europeas en utilizar este sistema.
Desde las asociaciones ecologístas se apoya esta iniciativa y se reclama que los demás ayuntamientos de todas las ciudades españolas faciliten este sistema en sus respectivas. Además, según dichas asociaciones, la utilización de este tipo de transporte es ''cotidiano y alternativo al coche'' y es ''más rápido, más eficaz en consumo energético y menos caro''.
Después de tantas notícias pesimistas acerca de las excesivas emisiones de CO2 a la atmósfera y del cambio climático, aquí tenemos otra alternativa para frenar esta problemática. Todas las ciudades españolas y, en general, todas las ciudades del mundo que emiten una cantidad elevada de CO2 deberían tomar ejemplo y llevar a cabo iniciativas como ésta.
Fuente: consumer.es
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